Em "mundotoro" Sevilha.
La décima estaba ahí y Diego Ventura lo sabía. En ambas actuaciones hubo momentos de máxima expresión y sorpresa pero también de precipitación y ansias. ‘Sueño’, curiosamente, fue la llave de la Puerta del décimo sueño de Ventura de salir triunfante de una Maestranza que registró tres cuartos de entrada. Andrés Romero cortó otras dos orejas del sexto y Rui Fernandes paseó una del cuarto, un buen toro de Fermín Bohórquez. El quinto de la tarde, alto, fino de cabos, al que Diego Ventura desorejó fue franco pero justito de raza. Escogió a ‘Sueño’ para llevar a cabo un comienzo con clase, que ganó en emoción y diferenciación cuando colocó dos banderillas citando a media distancia, dejando al toro venir mientras daba pasos hacia atrás, sin darle la espalda al toro y clavando al quiebro. Ése fue el momento clave de la faena que fue a más en dominio, en cuanto a la utilización de los terrenos, tanto los medios como el tercio; y a menos en cuanto a precisión. A punto estuvo de sufrir un percance a lomos de ‘Maño’, en un quiebro demasiado ajustado, cuando ya el toro se había rajado. En las cortas, montando a ‘Remate’, hubo que destacar la última, con el toro muy cerrado en tablas y apretando hacia dentro. Clavó el rejón de muerte en lo alto y cortó las dos orejas que le abrieron la décima Puerta del Príncipe. La intensidad es algo que viene adherido a cada sueño de Ventura. Lo que falte lo pone él. Y así fue con el segundo de la tarde, más largo, parado ya de salida y reservón. 'Nazarí' se impuso y él buscó la torería para convencer en una faena en la que hubo muchos alcances por la condición del toro. El rejonazo fue fulminante y le aseguró la primera oreja, que a la postre se convertiría en la primera hazaña del décimo deseo. Andrés Romero, también vio cumplida una ilusión, antes incluso de lograr pasear las dos orejas del sexto, a juzgar por cómo se arrodilló a la muerte del toro dando gracias al cielo. Fue a recibirlo dentro de la puerta de toriles y fue con ‘Guajiro’ cuando la faena comenzó a vibrar. A su segundo oponente, bien hecho y armónico, le faltó celo. El cite en corto, con el que logró clavar a la segunda, acabó por convencer al público, muy entregado con él toda la tarde. Fueron esas arrancadas casi espontáneas la que tuvieron emoción y el rejón final certero puso en sus manos las dos orejas. Con el tercero, hondo, suelto de carnes y cornidelantero, que se frenó de salida, brilló con ‘Cheke’ y en las banderillas cortas, tras poner todo de su parte. Tras el rejonazo trasero, el toro tardó en doblar y tuvo que descabellar. Otra oreja cortó Rui Fernandes que debió soñar con el mejor toro de la tarde que fue el cuarto. Tuvo calidad, nobleza y transmisión siendo bajo, hondo y con peso. Lo saludó montando a un inquieto ‘Etc’ pero con ‘Cervantes’ cambió la cosa para traer la calma. Citó en corto y de todas las maneras que quiso porque el toro, muy colaborador, se dejó hacer. El portugués estuvo menos lucido con las rosas pero dejó un rejón de muerte en su sitio y cortó una oreja. El primero de la tarde, bien hecho y abrochado de cuernos, fue noble y tuvo calidad aunque justo de fuerza. Lo paró con facilidad y clavó muy reunido tras dejar un rejón de castigo algo caído y desacertar con la primera banderilla. Pese al pinchazo y posterior bajonazo se propuso saludar una ovación.Son los finales los que cuentan, de ahí que hayan de ser felices, optimistas y esperanzadores, como el hecho de ver a un hombre capaz de alcanzar un sueño en diez ocasiones y verse convertido en Príncipe esas mismas veces porque el público unánimemente lo pide.
Con amor, hasta morirse es bueno. Buen trato y paciencia fue lo que demostró la terna de la octava de abono frente a una corrida de Torrestrella, a la que le faltó raza, sobre todo. Pepe Moral sorteó el mejor lote, con un toro notable, el tercero, aunque más terciado, y otro lidiado en último lugar, con fondo y buena condición. A Ferrera y Fandiño, en su primera tarde, sólo se les pudo ver la intención de hacer las cosas bien. Eso favoreció al festejo, escaso de contenido, pero de duración ajustada; y al público que todavía espera ver algo en La Maestranza con todo su esplendor, guardando su amor propio y aguardando 'la culminación del abrazo'. A Pepe Moral se le proyectaron dos faenas que no terminaron de eclosionar. Con el tercero, más estrecho y fino que el resto, dejó algunas verónicas acompañando la embestida del toro, y el remate con dos medias y una larga llegó mucho a los tendidos, siempre dispuestos a que llegue la culminación del triunfo por parte del sevillano. Se puso la montera en los pies, tras brindar al público, para citar en los medios y dar cambiados por la espalda, en un inicio que fue lo mejor de la faena, con dos bellos pases de pecho. A la tercera serie con la derecha comenzó a sonar la música. El toro embistió con transmisión e iba largo, especialmente por el derecho. En la cuarta se vino a menos y entonces Moral cogió la zurda. Ya el toro se fue quedando más corto y aunque alternó ambas manos y quiso ofrecer un final con torería, mató de estocada tendida y trasera y dos golpes de descabello, sin que la labor tuviese la continuidad deseada. Dio una vuelta al ruedo. El burraco que salió como sexto bis para sustituir a un jabonero, colocó la cara en el capote y demostró buena condición pese a la poca fuerza. En la tercera serie, por el derecho, el de Los Palacios le cogió el tranco y toreó más templado por ese pitón. De nuevo la alternancia de manos le vino a la contra para construir una faena de mayor solidez. La estocada, caída y atravesada. A ese último toro, Ferrera quiso hacerle un quite a la salida del segundo puyazo, con una chicuelina y tuvo que ir a recogerlo para lancear por verónicas, intentando buscar esa chispa y sensación que no había encontrado con sus toros. El primero, de cara bonita, ya mostró estar gustito de raza y el extremeño lo saludó con verónicas y delantales. Luego lo pulseó, sin atosigarlo, dándole muchos tiempos. Con el cuarto jabonero, bajo, de mucho cuello, realizó un tercio de banderillas más vistoso, en los medios, de espalda y al quiebro, con el toro recortando. Quizás fueran otras las distancias del toro con la muleta. Fandiño lidió otro jabonero, cuesta arriba, con expresión y trapío, de corto recorrido, poca humillación y complicado por el izquierdo. El quinto, bajo y musculado, fue algo mejor y desarrolló una faena sin opción de triunfo ni eco en los tendidos. Justo a la espera de esa 'pequeña muerte' es como se encuentra Sevilla. Deseando poder volver a ver una faena rotunda que junte lo roto, encuentre lo perdido y empiece lo acabado
Olivença
Madrid (España) Enrique Ponce hará su segundo paseíllo mañana en esta Feria de Sevilla en el marco de un año muy especial para él, en el que está celebrando los 25 años de su alternativa. Con este motivo, los principales medios de comunicación nacionales se están haciendo eco de esta fecha tan importante para el maestro, que ya ha marcado con su espectacular carrera la historia del toreo. Al hilo de sus paseíllos en la Feria de Sevilla, los informativos de Antena 3 TV han hecho un reportaje en su sección A fondo que ha tenido gran repercusión y en el que el diestro habla de este importante compromiso.
Palencia
Palencia
Madrid (España) La Casa Chopera, comandada por los hermanos Pablo y Óscar Martínez Labiano, ha presentado oferta para el concurso de explotación de la plaza de toros de Palencia. La empresa Martínez Flamarique ha decidido así concurrir al proceso de licitación para gestionar la próxima Feria de San Antolín 2015, después de que la Diputación Provincial optara hace unos días por el procedimiento de concurso abierto para la adjudicación del coso de Campos Góticos una vez que esta institución y la empresa Serolo -anterior mandataria de la plaza- resolvieran el contrato de gestión del coso a falta de un año de su finalización. De este modo, la Casa Chopera vuelve a luchar por el coso de Campos Góticos, del que ya se hizo cargo en la década de los 90, entre las temporadas de 1992 y 1999. Actualmente los hermanos Pablo y Oscar Martínez Labiano gestionan las plazas de Bilbao, Salamanca, Almería y Logroño.
fotos D.R.